Desde el comienzo de este siglo y a consecuencia de los
trabajos de Langley, Ehrlich y otros, se sostuvo que el transmisor interactúa
con un receptor específico localizado en la membrana celular. Sin embargo,
durante muchos años solo se tuvo un conocimiento indirecto de estos receptores
sinápticos, basados en una respuesta final obtenida de esa interacción.
Ya en 1955, Nachmanson sostuvo que el “receptor colinérgico es una proteína que,
al unirse a la acetilcolina, sufre una transición conformacional que da como
resultado un cambio de permeabilidad.
La interacción primaria entre el neurotransmisor y el
receptor puede estudiarse directamente, en
membranas sinápticas aisladas, mediante el uso de ligandos marcados.
Estos pueden ser el neurotransmisor correspondiente o drogas que actúan como
agonistas (es decir, de manera similar al neurotransmisor) o antagonistas (que
bloquean la acción de los agonistas)
La
interacción ligando-receptor muestra las siguientes características:
a) Saturabilidad: debido a que existe un
numero definido de sitios receptores en la membrana, aumentando la
concentración del ligando se alcanza un nivel de saturación de la unión
b) Alta afinidad: la afinidad (es decir
el grado de intensidad de unión) depende de la constante de disociación
determinada cinéticamente o en equilibrio.
c) Reversibilidad : la interacción
ligando-receptor en general, no comprende una unión covalente y puede ser
disociada, sea incluyendo el ligando o por acción de otras drogas
d) Especialidad: la interacción debe ser
específica para el ligando y puede ser desplazada por los correspondientes
agonistas y antagonistas
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